Era un día perfecto para viajar.

Amelia, la abeja, agarró su maleta, guardó la ropa y… ¡a volar!

Con este ANIMALFABETO poético conoceremos un montón de bichos atrevidos, divertidos, coloridos. Animales viajeros, traviesos y aventureros con los que veremos las letras con otra mirada.

¿Os apuntáis a la aventura ?

El argumento de la obra parte de los recursos literarios, fónicos y rítmicos de la literatura de tradición oral: preguntas y respuestas, ritmo, rima y estructuras acumulativas, muy apropiadas para las primeras edades.

Los animales, empezando por la araña, se van preparado para un viaje. Piensan en las cosas que precisan: abrigo (los animales cuyo nombre empiece por la A), bolso (los animales con la B), crema para el Sol (los animales con la C)… Cuando cada animal está listo, llama por sus amigos (Abeja llama por la avispa, por la Azor, por la Araña…) y van tomando asiento… Así pasa con todas las letras del alfabeto, hasta que al final… empieza a llover.

Se descubre al final del cuento que se trata del ARCA DE NOÉ.

La idea es que el animal principal de cada página esté configurado, graficamente, a partir de la propia forma de la letra que le corresponde, que sea reconocible tanto la letra como el animal. Esta idea nos da juego para crear toda la propuesta didáctica del libro, que, además de servir para entretener a los más pequeños, tenga una función tanto de trabajo en el aula como punto de encuentro para aprendizaje y el juego en las familias.